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Arni Haraldsson

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Arni Haraldsson. Assembly Building, Chandigarh (1952-62), India, Le Corbusier, architect, 1996. Courtesy of the artist.

La arquitectura nos mira

A menudo la fotografía se reduce a un conveniente binomio (lo clínico vs. lo humano, etc.) que puede derivar menos del tema en sí que de su representación. Históricamente, un contingente de la fotografía de arquitectura ha buscado repetidamente un punto de vista predeterminado o privilegiado, cayendo en un cliché pintoresco de la representación arquitectónica. Sin embargo, otra variedad de la fotografía ha tratado de mostrar o de corregir lo que se ha juzgado como la fría crueldad de la Modernidad. Pero la traducción fotográfica de la arquitectura en esencia no es un sustituto: ¿la transformación de un edificio dado en su imagen, sea cual sea el punto de vista, proporciona algo por lo que la arquitectura es siempre otra? Se debe continuar entonces sin decir que la fotografía nunca puede proporcionar la verdad de la arquitectura. Del mismo modo, la compulsión por comunicar una visión compartida de la arquitectura o, por contraste, exponer el horror conspirativo del entorno construido deben mantenerse falsos.

Illustration
Arni Haraldsson. Assembly Building (1952-62) Chandigarh, India, Le Corbusier, architect, 1996. Courtesy of the artist.

La representación de la arquitectura tomada aquí tiene como asunto las aspiraciones perdidas del principio utópico de la Modernidad tal y como se manifiesta en la vida social de un entorno construido. Ni un gesto nostálgico, ni una celebración del heroísmo arquitectónico o de los edificios icónicos, ni tampoco, por eso mismo, un intento de proyecto de archivo que recupere algunos tesoros abandonados del pasado. Si no que lo que interesa aquí es la noción de la arquitectura como emblema de unas fuerzas sociales mayores, de un sistema simbólico de producción cultural, instrumental al determinar las relaciones humanas, y del lenguaje de la arquitectura como un correlato del discurso histórico del arte. Así, la aproximación tomada aquí, en su mayoría, logra aproximarse a la visión humana para llevar al frente el conjunto más que el fragmento, la cosa en sí más que su sombra. Aunque, por muy objetivo que pueda parecer una aproximación como ésta, debe también entenderse inevitablemente como participante de una construcción selectiva de una mirada particular sobre el mundo en un momento concreto.

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