Punks, 1976‑1977
La mayoría de estas fotografías se tomaron en unos clubes nocturnos determinados: el Roxy, en Covent Garden, y el Global Village, en Charing Cross, entre 1976 y 1977. En un principio imprimimos dieciséis, pero hace poco, al elaborar un fotolibro con GOST Books, encontramos veinte más.
Parásito, escoria, canalla, degenerado: la palabra inglesa punk está cargada de significado y, por supuesto, existía antes que los punks. Esa palabra designa ahora, sin definir, un estilo y una actitud basados en el desencanto, el nihilismo, la violencia visual y la teatralidad. Los punks eran jóvenes, pero no les gustaba el culto a la juventud. Algunos iban todavía al colegio, otros estaban ya en el paro. Aquellos que trabajaban de día eran punks de noche. En aquella época, en Europa, estaban desempleados unos tres millones de jóvenes menores de veinticinco años. La celebración del patriótico jubileo de plata de 1977, en mitad de una crisis económica, fue una cortina de humo que convenció a pocos. En los clubes nocturnos londinenses, donde se tomaron estas imágenes, el público y los intérpretes son a menudo indistinguibles. Se desdeñaba la profesionalidad y las letras eran directas: la cola del paro, el aburrimiento y la política, pero también la sexualidad polimorfa. Había cierta tendencia a la autoflagelación, el bondage y el sadomasoquismo.
“Some people think little girls should be seen
POLY STYRENE (X‑RAY SPEX)
and not heard, but I think: Oh bondage! Up yours!”
“Typical girls don’t create, don’t rebel.
ARI UP (THE SLITS)
Who invented the typical girl?”
Las chicas que destacaban en el punk —Ari Up, Nina Hagen, Laura Logic, Palmolive, Poly Styrene y Siouxsie Sioux— se encontraban entre las numerosas intérpretes que reivindicaban su presencia en los conciertos del Roxy en una industria musical dominada hasta entonces por los hombres. Sin duda, The Slits llevaron el control artístico de la escandalosa imagen de la carátula del álbum Cut, en la que salían ellas mismas con los pechos al aire embadurnados con barro. Así lo contaron: “Lo decidimos sin más. Vamos a embadurnarnos, desnudas pero naturales. A cargarnos la imagen de que las mujeres tienen que vestirse en plan sexi para ser sexis”. Poly Styrene, con su voz discordante y poderosa, imprimió al punk un toque crítico que cuestionaba los valores consumistas y la posición de la mujer en la industria musical. También se trataba de divertirse, con un jubiloso deseo de escandalizar e indignar.…
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