El tiempo y el espacio
Los dos temas inevitables de la fotografía son el tiempo y el espacio. Juntos y a la vez, o por separado. Las dos series que presentamos de Julian Germain (Inglaterra, 1962) nos hablan del paso del tiempo. Capturan dicho tiempo en un momento concreto y en un lugar exacto. En la primera, Classroom Portraits (2004-2012), realiza un estudio sobre la educación y la infancia en diferentes partes del mundo. En estas imágenes repite el motivo y lo reitera a lo largo de países con diferentes culturas y estilos de vida. El resultado es un álbum al revés. En lugar de muchas fotos diferentes sobre una misma persona o grupo de personas, o una familia, lo que hace es una misma foto a diferentes tipologías, individuos y grupos repartidos por todo el mundo, en un lugar parecido pero diferente. El escenario es siempre el mismo: un aula de una clase, en un colegio, donde los protagonistas son colegiales, niños y niñas, con sus uniformes o su ropa habitual. Todos en el espacio donde se reúnen para aprender. Todos de una edad similar, aunque adivinamos fácilmente que con vidas muy diferentes e incluso experiencias vitales muy diversas. Germain para el tiempo y nos muestra el corte generacional de una época en todo el mundo, todos en un mismo momento vital. Un álbum global en el que se entremezclan no solo colores y razas, sino sueños y deseos, proyectos de vida seguramente muy parecidos entre ellos, una serie de personas que se asoman desde la niñez a la juventud, a la vida adulta. ¿Somos todos tan diferentes y a la vez tan iguales? Somos tan predecibles y homogéneos como dicen estas imágenes. El tiempo se ha parado para ofrecernos una imagen de seres anónimos que forman conjuntos que, como en una fabricación industrial, cada año serán renovados por otros parecidos. Asusta un poco ver esa globalización del individuo.
Las dos series que presentamos de Julian Germain nos hablan del paso del tiempo
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