post_type:dossier
Array ( [0] => 96337 [1] => 96338 [2] => 96339 [3] => 96340 [4] => 96341 [5] => 96342 [6] => 96343 [7] => 96344 [8] => 96345 [9] => 96346 [10] => 96347 [11] => 96349 ) 1
size_articulos_ids: 12
Current ID: 96339
Current pos: 2
Articulo anterior: Nicolai Howalt
Articulo siguiente: Catherine Opie
prevID: 96338
nextID: 96340
anterior

Juan Carlos Martínez

siguiente
Juan Carlos Martínez. 2013-04-16, Secret Photography Archive series, 2016. Courtesy of the artist and Galería Fernando Pradilla, Madrid.

#secretphotographyarchive#

Desde hace aproximadamente seis años Juan Carlos Martínez está perfilando un archivo secreto de masculinidades callejeras. Un hombre mira a otros hombres a través de una pequeña cámara fotográfica, catalogando actitudes, gestos, cuerpos, formas de representar, de vivir un cierto tipo de masculinidad que finalmente son muchos tipos de masculinidades. Es una mirada de voyeur pero también, poco a poco, se ha ido convirtiendo en la mirada de un entomólogo, un cazador de mariposas fugaces. Juan Carlos comparte en Facebook esa mirada de deseo, esos objetos cazados anónimamente, con toda una legión de seguidores cuyos likes se cuentan por miles.

Illustration
Juan Carlos Martínez. 2017-07-15, Secret Photography Archive series, 2016. Courtesy of the artist and Galería Fernando Pradilla, Madrid.

Todo empezaba por la curiosidad infinita del fotógrafo, experto en observar tanto los lugares como a los protagonistas de esas historias de amor y/o deseo prohibido, o por lo menos oculto. La mirada del joven artista homosexual a su alrededor le muestra infinidad de cuerpos que se exhiben sin pudor, especialmente en grupos de hombres jóvenes que parecen celebrar su condición de hombres. Fuertes, marcando el culo, musculados, con ropas apretadas, a veces semidesnudos en piscinas o trabajando, en el metro, legionarios, todos ellos haciendo alarde de esa masculinidad que bordea la línea de la homosexualidad. Entre Tom de Finlandia y uno de sus legionarios, de sus muchachos en la piscina, de los obreros en el tajo… apenas hay diferencia, una simple sombra los separa. Las fotografías han sido “robadas” en sitios públicos, no hay posados, esos cuerpos no se saben mirados pero sí se sienten el centro del mundo. Se saben protagonistas del escenario, exhiben sin pudor ese grado cero de la masculinidad donde el macho se transforma en algo mucho más delicado, se convierte en la otra cara de lo que creen ser.

Un hombre mirado por otro hombre, con deseo pero también con una gran carga de ironía, burlándose de los estereotipos. Estos cuerpos anónimos se saben objeto de deseo, pero no solo de las mujeres, sino sobre todo, tal vez únicamente, de otros hombres.

Este artículo es para suscriptores de ARCHIVO

Suscríbete