Glenn Gould en busca de Shackleton
Nacido en Valencia en 1941, el trabajo de Jordi Teixidor ha atravesado muy diversas fases, si bien en líneas generales podría definirse como un meditado análisis de las condiciones de posibilidad de la abstracción pictórica tras el ocaso de todas las utopías modernas. Vinculado en sus orígenes al Grupo de Cuenca (Torner, Rueda y Zóbel), la obra de Jordi Teixidor evoluciona pronto desde el pop a una abstracción geométrica muy cercana a determinados postulados minimalistas, hecho que le hace entrar en contacto con la Nueva Generación fundada de Juan Antonio Aguirre, pero también con la pintura hard edge y el grupo support-surface. En los 70, sus experimentaciones con las cualidades matéricas de la pintura, unidas a sus sucesivos viajes a Nueva York, donde asimila las investigaciones de los expresionistas abstractos, acabarán conformando una producción de madurez plenamente consciente de las diferentes experimentaciones acometidas por la abstracción a lo largo del siglo XX.
Preferiríamos tener el iceberg antes que el barco, aunque significara el final del viaje. Aunque se quedara inmóvil como una roca turbia y todo el mar fuera mármol en movimiento.
Elizabeth Bishop
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