post_type:dossier
Array ( [0] => 94661 [1] => 94662 [2] => 94663 [3] => 94664 [4] => 94665 [5] => 94666 [6] => 94667 [7] => 94668 [8] => 94669 [9] => 94670 [10] => 94671 [11] => 94672 ) 1
size_articulos_ids: 12
Current ID: 94663
Current pos: 2
Articulo anterior: Mathieu Pernot
Articulo siguiente: Jules Spinatsch
prevID: 94662
nextID: 94664
anterior

Jan Banning

siguiente
Jan Banning. Benjamin J. Odoki, Chief Justice, Kampala, Uganda, 2010. Courtesy of the artist.

Law & Order

Law & Order es un proyecto fotográfico que compara el sistema de justicia penal en cuatro países de diferentes continentes: Colombia (Sudamérica), Francia (Europa), Uganda (África) y Estados Unidos (Norteamérica). Combina una visión artística con un enfoque documental y arroja luz sobre las instituciones clave dentro del sistema de justicia penal: la policía, los tribunales y las cárceles. Evitando clichés visuales –manos aferrándose a los barrotes de la cárcel, prisioneros humildemente sumisos, entre otros– que únicamente confirman la imagen existente, se puede contribuir al debate internacional sobre el derecho penal. Da lugar a preguntas tales como, ¿cómo tratar con los criminales? ¿Cuál es la relación entre el castigo y el crimen? ¿Es el confinamiento, además de un instrumento de castigo, también efectivo como medio de corrección?

Para elegir estos cuatro países se consultó con el Max Planck Institute for Foreign and International Criminal Law (MPI) en Friburgo, Alemania, un instituto científico respetado en todo el mundo. El criterio de elección es, además de las posibilidades de acceso a los sistemas legales, la diversidad de éstos (el derecho romano y el derecho anglosajón), la tasa de homicidios y la división entre países desarrollados y países en vías de desarrollo.

La policía y el poder judicial suelen salir con frecuencia a debate público y como temática habitual en la política populista

Illustration
Jan Banning. Kampala High Court, Uganda, 2010. Courtesy of the artist.

La policía y el poder judicial suelen salir con frecuencia a debate público y como temática habitual en la política populista. Rara vez se empatiza con los delincuentes y los debates políticos para las penas más duras “porque no podemos seguir así”, lo que suele ser bien recibido por la gran mayoría de la población de muchos países. Sin embargo, las estadísticas muestran que los avances en el campo de los delitos graves no son necesariamente desfavorables: el asesinato y los crímenes violentos en gran parte de Europa están disminuyendo en los últimos diez años, e incluso ya desde antes en Estados Unidos.

Este artículo es para suscriptores de ARCHIVO

Suscríbete