post_type:dossier
Array ( [0] => 96502 [1] => 96503 [2] => 96504 [3] => 96505 [4] => 96506 [5] => 96507 [6] => 96508 [7] => 96509 [8] => 96510 [9] => 96511 [10] => 96512 [11] => 96513 [12] => 96514 [13] => 96515 [14] => 96516 ) 1
size_articulos_ids: 15
Current ID: 96504
Current pos: 2
Articulo anterior: Seydou Keïta
Articulo siguiente: Carmen Calvo
prevID: 96503
nextID: 96505
anterior

Helen Levitt

siguiente
Helen Levitt. New York, c. 1940. © Film Documents LLC. Courtesy of Galerie Thomas Zander, Köln.

Así sonamos juntos

La idea de “nosotros” atraviesa toda la fotografía de Helen Levitt. Nacida en Brooklyn en 1913, su interés por retratar las calles de su ciudad natal estuvo presente desde los orígenes de su trayectoria. Comenzó muy joven a trabajar en un estudio de fotografía comercial del Bronx, que le permitió aprender la teoría y la práctica fotográfica. Poco después comenzaría su carrera en solitario.

Illustration
Helen Levitt. New York, c. 1940. © Film Documents LLC. Courtesy of Galerie Thomas Zander, Köln.

Si el contexto de la Gran Depresión dejaba imágenes desoladoras del ámbito rural, no era muy distinto lo que sucedía en las ciudades. Frente a la idea de construcción geométrica, de composiciones limpias y complacientes con el desarrollo arquitectónico —como podría ser el caso de Paul Strand— a partir de los años treinta surge un grupo de fotógrafos que trabajan con una mirada diferente a la fotografía urbana anterior. El régimen del New Deal impuso de alguna manera ciertos códigos visuales en los reportajes periodísticos. Desmarcándose de esta estetización de la pobreza, fotógrafos como Walker Evans, Lewis Hine o la propia Levitt parece que hablan desde la subjetividad propia y ajena, centrándose en personas concretas y no en categorías generalizadoras. Por otro lado, establecen conexiones que van más allá de una composición determinada o líneas excesivamente formales. Buscan la alegría, la espontaneidad, el cuerpo en la ciudad, las situaciones improductivas (unos niños jugando con el marco de un espejo, o escondidos detrás de unas máscaras), los afectos y los pequeños acontecimientos. Retratar las calles desde la comunidad y el grupo, no tanto desde lo arquitectónico. Como señala Alan Trachtenberg, lo que nos atrapa es el asombro y el misterio. No llegamos a entender del todo qué sucede en la foto. La posición de la fotógrafa es clave en todo esto: gracias al visor lateral, llamado también Winkelsucher, podía trabajar casi de manera invisible, dejando espacio al realismo de la percepción de los hechos.

Desmarcándose de esta estetización de la pobreza, fotógrafos como Walker Evans, Lewis Hine o la propia Levitt parece que hablan desde la subjetividad propia y ajena

Illustration
Helen Levitt. New York, c. 1940. © Film Documents LLC. Courtesy of Galerie Thomas Zander, Köln.

A través de Walker Evans, Levitt conoció al escritor James Agee, que escribiría el prólogo de su libro A way of seeing (Una forma de mirar, 1946). Efectivamente, en ese círculo de artistas e intelectuales radicales se proponía una mirada distinta sobre lo colectivo y sobre el “nosotros”.…

Este artículo es para suscriptores de ARCHIVO

Suscríbete