Entrevista con Larry Sultan
Puesto que el título de este número es Peepshow, me pregunto si podría usted empezar hablando sobre el modo en el que The Valley expresa su interés por la noción de mirar algo que se percibe como ilícito, aun cuando en el ambiente contemporáneo la pornografía esté en todas partes.
Para empezar, yo recelaba un tanto de tocar un tema que parecía estar tan profundamente arraigado en la imaginación cultural. Había quedado bien reflejado en revistas como Dutch y Purple, en las fotografías de Jeff Burton y en las de otras personas que se han ocupado de ese tema de una forma provocadora. Nunca estuve realmente interesado en enfrentarme a un tema provocador. De un modo extraño, el tema me encontró a mí. Yo había estado trabajando en proyectos en y alrededor de las zonas residenciales durante casi doce años y estaba interesado en las fantasías culturales que albergamos acerca de la vida hogareña. El hogar era el objetivo.
Creo que las zonas residenciales forman un impactante telón de fondo para determinados temas que son oscuros y escapan a nuestro control: si se ambienta una historia de un robo o un homicidio en una casa de una zona residencial, o si se sitúa a unos extraños que mantienen relaciones sexuales en una casa de una zona residencial, el lugar funciona como un procesador de imágenes. Procesa ese tema de una forma que lo retuerce y lo hace más inquietante y misterioso de lo que resultaría en un ambiente urbano. Uno puede pensar: “En lo referente a la sexualidad, ¿qué resulta más perturbador que la pornografía?”. Bueno; no resulta especialmente ilícito ni desasosegante: el sexo es exactamente lo que se consegue con el porno. Para mí, una casa en una zona residencial contamina y complica la pornografía; no es la pornografía la que contamina la casa. Si alguien alquila una casa y hace algo malo en ella, eso deja una mancha. Para mí, esas casas ya están manchadas por recuerdos de infancia y por fantasías culturales.
La serie de The Valley comenzó en 1998. ¿Puede decirnos cómo empezó?
Creo que, literalmente, yo llevaba preparándome para ese trabajo la mayoría de mi vida. Me crie en el Valle de San Fernando. Allí pasé mi infancia y mi adolescencia.…
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