El silencio de la piedra
Este trabajo nació del deseo de producir una revelación. Por azar y durante los numerosos viajes realizados a la ex Unión Soviética, el descubrimiento de estas extraordinarias construcciones me incitó a desarrollar una colección de imágenes. Marcando grandes zonas de sombra, he transformado progresivamente esta búsqueda en una invención, la de una arquitectura ignorada que apareció en la Unión Soviética durante los últimos veinte años del régimen. La elección de los edificios fotografiados es arbitraria y es tan personal que, en lo que yo sé, soy yo el primero en asociarlos. Mi criterio es el de la singularidad. Su calidad expresiva, el medio ambiente específico, su dimensión monumental, todo ello contribuye a nutrir la red de correspondencia que les une. Son el producto de arquitectos olvidados y traducen, en su diversidad, la estética híbrida de un período de transición. Cuanto más cerca estamos de una realidad histórica, cuanto más se hunde, menos está a nuestro alcance. En el caso de la URSS, la brutalidad del hundimiento, tanto ideológico como estético, produjo un tema de estudio fascinante. Tema que sigue en barbecho, permitiendo lo que yo doy en llamar una “arqueología de proximidad”.
Si consideramos que la Historia es, ante todo, una ficción, su escritura supone tomar partido. El mío consiste en sublimar estos edificios tomando contracorriente la mirada fotográfica habitual del mundo soviético. Las construcciones son absolutamente reales, pero escogidas por su carácter excéntrico. Propuestas como “apariciones”, sus imágenes tienen como objetivo subrayar su dimensión específicamente exótica. Incitan a todas las preguntas, pero se mantienen mudas. El enigma se fundamenta en el silencio de la piedra. Son imágenes que trastornan.
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