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El Equipo

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Vik Muniz. Team I, Pictures of Chocolate, 1998. Cibachrome Print. Courtesy of the artist, Galerie Xippas, Paris, Galería Elba Benítez, Madrid

El Equipo en el Deporte

El fútbol es un deporte en equipo y sin embargo, no oculta las singularidades. Es tal vez la disciplina deportiva en la que más fácil resulta crear ídolos. El juego está basado en la conjunción de once hombres que han de observar condiciones tan atléticas como las carreras por relevos, que han de preservar el balón para entregarlo a un compañero y no hay acción de ataque o defensa que no requiera el apoyo. Justamente cuando un equipo triunfa, y entre sus componentes no hay especialmente grandes estrellas, se dice que el éxito es propio de la labor de conjunto.

En la reciente Eurocopa venció una selección a la que se le atribuían, antes de comenzar, escasas posibilidades de éxito. Grecia fue el paradigma del equipo. Desde el portero al ataque había una labor de apoyos, de solidaridades, que permitieron la obtención del título continental.

Grecia era, sin duda, la selección que menos grandes figuras aportaba al espectáculo y, sin embargo, ahora hay una mayoría de hombres cuya popularidad es evidente y, además, algunos de ellos han alcanzado una cotización en el mercado futbolístico que hace unos meses no se habrían atrevido a soñar.

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Anderson & Low Troy Pazcoguin, Bill Helmer, William Reynolds, John Robella, Robert Parker, Scott Harris, Ian Welch, Matt Eckerman, Nathan Hitten, Dunston Greenhill and Daniel Colomb Gymnasts, U.S. Military Academy from series Athlete/Warrior 2001 Courtesy of the artists

El fútbol más primitivo del que se han hecho historias, el que se practicaba en las ciudades inglesas de Derby y Chester estaba basado en la pelea artesanal. Los grandes encuentros se disputaban los martes de Carnestolendas y eran entre trabajadores de oficios diversos. Jugaban los talabarteros contra los albañiles, pongamos por caso, y la furia con que se entregaban obedecía al deseo de lograr la primacía de unos sobre otros. Era aún, una lucha entre mesnadas y aquellos partidos tenían más cifras en canillas rotas que goles. Eran tan violentos, que además de dejar para la historia diversos decretos de los reyes ingleses en contra de este deporte, hemos recibido la imagen de una confrontación entre grandes rivales de una misma ciudad como una lucha sin cuartel a la que denominamos derbi, palabra que ya recogió la Real Academia en su diccionario, pero cambiando la y griega del final del nombre de la ciudad inglesa por la i latina.

El equipo, en la actualidad, sigue siendo la representación tribal.

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