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Ekin Küçük

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Ekin Küçük. Beyoğlu, from the Cat Fever series, 2016. Courtesy of the artist.
Ekin Küçük. Beyoğlu, from the Cat Fever series, 2016. Courtesy of the artist.

Cat Fever

La vida de los gatos callejeros en Estambul es dura y difícil. Las leyes apenas protegen el bienestar de los animales sin hogar y, a menudo, pueden observarse señales de maltrato en ellos. Los gatos callejeros apenas viven un par de años, siendo propensos a contraer múltiples enfermedades y estando expuestos a la violencia y hostilidad de las ciudades. Los primeros recuerdos de Ekin Küçük de gatos callejeros son indudablemente infelices: cuando era pequeña, la ciudad vivía una sobrepoblación de animales sin hogar y esto fue abordado por el gobierno envenenándolos. La artista recuerda los paseos por las mañanas, esquivando los cuerpos sin vida de decenas de gatos y perros. Una experiencia que le marcaría de por vida.

Cat Fever surge de la necesidad de contrarrestar aquellas imágenes desgarradoras de su infancia. Amante de los animales desde siempre, Ekin Küçük captura momentos entrañables y alegres en las vidas tan difíciles de los gatos callejeros. Tras el fallecimiento de sus perros, con los que había compartido gran parte de su vida, comenzó a acercarse a los gatos de su barrio. En su duelo, encontraba confort en la cercanía desconfiada de estos felinos, y empezó a establecer un vínculo de cuidado con ellos. Se ocupaba de alimentarlos, y esperaba impacientemente el momento en el que decenas de ellos se arremolinaban en su jardín deseantes de un plato de comida. Eran inteligentes y también estúpidos; sigilosos, a la par que traviesos y bulliciosos. Su luto fue encontrando alegría en estos momentos de reunión callejera y, así, empezó a fotografiarlos.

Todas las mañanas y todas las tardes se acercaban a su jardín. Entre los juegos, las caídas, los maullidos y los ronroneos, fue generando un vínculo muy especial con estos animales. La injusticia de los recuerdos de su infancia adquirió otro cariz. Incluso terminó abriendo las puertas de su casa a algunos de ellos. Sin duda le encantaría poder adoptar y cuidar a todos los gatos con los que se encuentra, pero por el momento aporta su granito de arena alimentando a todos los que puede y, a menudo, llevándolos al veterinario para esterilizarlos y vacunarlos. Küçük menciona siempre el momento en el que rescató a unos de ellos, atrapados en el motor del interior de su coche.…

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