Black Cowboys
Una de las características de las minorías es su desaparición de la imaginería popular. Su transformación es apenas una sombra, generando una ignorancia absoluta sobre su existencia. Haciendo pasar a estos grupos sociales a una marginalidad absoluta, incluso cuando su existencia no sea ni con mucho insignificante. Se calcula que después del final de la esclavitud, en el siglo XIX, un tercio de los vaqueros y de los peones que trabajaban en los ranchos del oeste americano eran afroamericanos. Todos hemos visto cientos de películas de “americanos”, de vaqueros, forajidos y pistoleros y, hasta muy recientemente, en esas películas nunca salía ni un solo negro que fuera un cowboy, ni siquiera formaban parte de los trabajadores en ranchos, ni en las fiestas o en los rodeos, caravanas o competiciones de monta, era como si en ese momento toda la sociedad de esos pueblos y ranchos fuera exclusivamente blanca. Esto ha sido así en parte porque la industria cinematográfica siempre fue de un apasionado racismo y la presencia de actores negros tardó años en llegar a las películas y, en parte, porque la figura del cowboy era siempre protagonista y ejemplificaba a uno de los símbolos mas representativos y fundacionales del espíritu americano: el hombre blanco conquistando a la naturaleza, expandiendo el territorio, el aventurero y justiciero noble y protector. Solo podía ser un hombre y blanco.
Hay que recordar que en 1927 se estrena The Jazz Singer (El cantante de jazz), la segunda película comercial con sonido (aunque a penas fueran dos minutos), basada en la obra de teatro del mismo titulo y cuyo protagonista negro era interpretado por un actor blanco pintado de negro. De alguna manera esa actitud de negarle al negro su propia realidad siendo sustituido por un blanco disfrazado sigue sucediendo hasta hoy día en los festejos navideños con el Rey Mago Baltasar. Cuando Hattie McDaniel ganó un Oscar por su interpretación de Mammy en Lo que el viento se llevó, convirtiéndose en la primera persona afroamericana en ganar un premio de la academia, el productor de la película, David O. Selznick, tuvo que ingeniárselas para llevarla al segregado hotel “sin negros” donde se realizó la ceremonia. Harry Belafonte y Sidney Poitier fueron los primeros negros que no eran relegados a criados en Hollywood. Y hay que esperar hasta hace unas décadas para ver en las pantallas un vaquero negro, generalmente un actor destacado, formando parte del grupo protagonista.…
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