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Alberto García‑Alix

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AUTORRETRATO DE ALBERTO GARCIA ALIX
Alberto García‑Alix. Alberto García‑Alix, 1978. Courtesy of the artist and Editorial Cabeza de Chorlito.

Archivo Nómada

Un fuerte carácter intimista impregna la ópera prima de Alberto García‑Alix (León, España, 1956). Las fotos de sus primeros siete años tras la cámara (1975‑1981) revelan al espectador su día a día, sus vivencias, sus andanzas y aquellas de su círculo más cercano.

Fueron unos años marcados en España por la muerte del dictador Franco y por la eclosión de la Movida madrileña. García‑Alix describe esta etapa como un “tiempo extraño en el que había una gran convulsión política. Banderas, consignas, ilusiones. Todos esperábamos un cambio, o mejor dicho, una corriente que nos arrastrara sin lastre —éramos jóvenes y entusiastas— a un mundo mejor”.

En este periodo, que transcurre desde la toma de su primera fotografía durante una carrera de motocross (1975) —con una cámara que le regalaron sus padres por Navidad— a la celebración de su primera exposición en la madrileña Galería Buades (1981), Alberto García‑Alix retrata momentos significativos de la historia de España, como el primer mitin de la CNT tras la guerra civil española en 1977; o la primera manifestación que se celebró en Madrid por los derechos de los homosexuales, lesbianas y transexuales en 1978.

Alberto García‑Alix. Madrid, 1981. Courtesy of the artist and Editorial Cabeza de Chorlito.

Sus imágenes plasman además las calles y los viandantes del Madrid de aquellos días, así como el nacimiento de las subculturas juveniles y la efervescente actividad cultural que giraba alrededor del Rastro madrileño, movimientos de los que él y su círculo de amistades fueron más que testigos, partícipes.

El fotógrafo describe ese Madrid como “un gran caldero que hervía a borbotones. A todas horas latía el ansia de unos jóvenes que se mostraban orgullosos de serlo”. Aburrirse, según relata, era difícil: “consumíamos las noches sin darnos descanso y cuando cerraban los bares la fiesta se trasladaba a cualquier casa […]. La vida era otra cosa, se tiraba al aire como una moneda. Que sale cara, pues cara… ¡Bien cara! Fueron los años bohemios, los del cambio”.

Alberto García‑Alix. 1977. Courtesy of the artist and
Editorial Cabeza de Chorlito.

“El acto de crear una fotografía
va más allá de poner un carrete,
enfocar y apretar el disparador.”

Es en esta época cuando García‑Alix, tras abandonar la casa familiar, monta su primer laboratorio fotográfico en el piso que comparte con Fernando País, y comienza a revelar sus propias fotografías, actividad que compagina con la elaboración y edición de cómics underground junto con su amigo el pintor e ilustrador madrileño Ceesepe para venderlos en un puesto del Rastro madrileño, bajo el sello de la Cascorro Factory.…

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