El colectivo de fotógrafos Grupo Afal tuvo su origen en AFAL, una revista especializada en fotografía que se publicó entre 1956 y 1963 en Almería, de la mano de José María Artero García y Carlos Pérez Siquier, los que fueron sus fundadores. La independencia de sus planteamientos y la frescura de su tono atrajeron enseguida a fotógrafos inquietos de todas partes de España y, de esta manera, la revista se convirtió en el motor de la renovación de la fotografía española después del periodo de posguerra. El Museo Reina Sofía presenta hasta el 19 de noviembre Una aproximación a Afal: Donación Autric-Tamayo, exposición que se nutre de una selección de la reciente donación –alrededor de 650 fotografías– al museo de la familia Autric-Tamayo. La llegada de estas fotografías a la institución permite, así, completar el núcleo de fotografía española de mediados del siglo pasado y convertir al Reina Sofía en un centro de referencia para el estudio e investigación de la obra de AFAL, colectivo al que se dedicará una sala de manera permanente en la cuarta planta del edificio Sabatini.
El colectivo de fotógrafos Grupo Afal tuvo su origen en AFAL, una revista especializada en fotografía que se publicó entre 1956 y 1963 en Almería
La exposición, organizada en el marco de PhotoEspaña 2018, reúne la obra de 13 reconocidos fotógrafos: Joan Colom (Barcelona 1922 – 2017) Gabriel Cualladó (Massanassa, Valencia 1925 – Madrid 2003), Francisco Gómez (Pamplona 1918 – Madrid 1998), Gonzalo Juanes (Gijón 1923 – 2011), Ramón Masats (Caldes de Montbui 1931), Oriol Maspons (Barcelona 1928 – 2013), Xavier Miserachs (Barcelona 1937 – 1998), Francisco Ontañón (Barcelona 1930 – Madrid 2008), Carlos Pérez Siquier (Almería 1930), Leopoldo Pomés (Barcelona 1931), Alberto Schommer (Vitoria 1928 – Madrid 2015), Ricard Terré (Sant Boi de Llobregat, Barcelona 1928 – Vigo 2009) y Julio Ubiña (Santander 1922 – Barcelona 1988).
La llegada de estas fotografías a la institución permite, así, completar el núcleo de fotografía española de mediados del siglo pasado y convertir al Reina Sofía en un centro de referencia para el estudio e investigación de la obra de AFAL
Comisariada por Laura Terré, hija de Ricard Terré, uno de los fotógrafos presentes en la muestra, la exposición se compone de una selección de más de 200 fotografías y se nutre, también, de material documental, proyecciones y la edición de un libro ilustrado con textos críticos de diferentes colaboradores, junto a una antología de artículos del periodo. Los trabajos seleccionados para Una aproximación a Afal: Donación Autric-Tamayo fueron creados a lo largo de dos décadas: la que arranca en 1950 como punto de partida y momento de formación y ensayo de un nuevo lenguaje, y la de los 60, en la que los autores encontraron un discurso y cuajaron proyectos largamente madurados. La procedencia de cada uno de los integrantes del colectivo permite representar la diversidad y la dispersión del territorio español; hecho que convirtió a Almería, durante dos décadas, en un lugar clave de encuentro. La muestra se articula, además, bajo los conceptos que marcaron el periodo, las tensiones estéticas y los planteamientos vitales que definieron a estos autores enmarcados entre el formalismo y el documentalismo, el humanismo y la experimentación, el reportaje y el ensayo.
Más allá de la sede en Almería, el grupo Afal tenía otros núcelos importantes, como los que se reunían en torno a la Agrupación Fotográfica de Cataluña, en Barcelona, el Casino de Comercio de Terrassa, la Agfoval de Valencia y la Real Sociedad Fotográfica de Madrid. En este sentido, el proyecto Afal siempre se entendió a nivel nacional, como sello de la fotografía española. En Afal, además de fotografías, se publicaron textos de la literatura fotográfica de la época traducidos al español; una interacción entre literatura e imagen que fue una propuesta original de la publicación desde sus primeros números.
El gran mérito de Afal consistió en la creación de una tendencia: “La Joven fotografía española”
El Grupo Afal tuvo una clara vocación internacionalista. Sentían la falta de libertad que les impedía fotografiar abiertamente la sociedad en la que estaban inmersos y, aunque la hubieran fotografiado, la falta de posibilidades de hacer públicas las fotografías, de infraestructura editorial, de industria cultural, y la falta de exigencia de calidad en los distintos campos de aplicación de la fotografía (moda, publicidad, reportaje etc.), les suponía un serio hándicap. No fue así la reacción que produjeron sus trabajos en el exterior. El gran mérito de Afal consistió en la creación de una tendencia: “La Joven fotografía española” que introdujo en los certámenes extranjeros donde se pudo medir su talento en el contexto de la fotografía de vanguardia europea. Afal creía que el mejor destino de la fotografía era la edición. Y, de hecho, sus productos editoriales, incluida la revista, fueron las iniciativas de mayor éxito internacional.
(Una aproximación a Afal: Donación Autric-Tamayo en el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, Madrid. Del 13 de junio al 19 de noviembre)