A menudo, lo vivido y aprendido en la infancia marcan para siempre la trayectoria futura. A veces, de manera inconsciente, se toman decisiones o se siguen caminos que, en realidad, ya han venido dados desde otro momento vital pero no se ha tenido constancia. Es el caso de la artista valenciana Carmen Calvo, que desde que era una niña se interesó por la arqueología y trabajó en una fábrica de cerámica, algo que se ha reflejado en su obra con la inclusión de fragmentos de cerámica y barro. Quizá, Calvo retomó aquella parte de la infancia a la hora de deshacerse en su su trabajo, el cual lleva haciendo desde hace casi medio siglo. Cerca de cincuenta años que han querido conmemorar desde la Comunidad de Madrid con la exposición Todo procede de la sinrazón (1969-2016) en la Sala Alcalá 31 y que se puede ver en la capital desde el 2 de diciembre hasta el 29 de enero de 2017. La muestra se trata de una gran retrospectiva de la artista, con una mirada cronológica y temática que está comisariada por Alfonso de la Torre. Un total de 77 pinturas, esculturas, dibujos e instalaciones que la valenciana ha realizado desde 1969 hasta nuestros días, algunas de estas obras ya estuvieron expuestas en la década de los 80 en el Museo Solomon R. Guggenheim de Nueva York con la exposición New Images from Spain por la difusión del arte español. Esta muestra neoyorquina le sirvió como primer gran reconocimiento internacional hace 30 años. Ahora es una de las artistas españolas de mayor prestigio fuera de nuestras fronteras.
Ceremonia y objeto es la parte que, cronológicamente, hace referencia a los noventa y que abarca la relación de Carmen Calvo con el objeto
La exposición en Sala Alcalá 31 está dividida en cinco secciones, que surgen a partir de una introducción con dos pinturas figurativas de sus Escenas de caza. Una de estas pinturas data de 1969, que marca el inicio de su trayectoria profesional y la otra pintura –Et pourlèche la face ronde– está realizada entre 2013 y 2016 de manera específica para la sala y que se toma como el final de esta retrospectiva. El primer pasaje que podrán encontrarse los espectadores es Una arqueología de lo imaginario, una sección en la que se muestran pinturas, elementos de barro cocido en lienzos y esculturas de la etapa en la que Calvo vivió en París durante los años ochenta. Ceremonia y objeto es la parte que, cronológicamente, hace referencia a los noventa y que abarca la relación de Carmen Calvo con el objeto; se muestran obras realizadas sobre soportes con pan de oro o creaciones que incluyen cabello. En este apartado se puede ver Una conversación, que Calvo hizo para la Bienal de Venecia de 1997 o los polípticos Naturaleza y Sin título. La tercera sección recibe el nombre Canibalismo de imágenes y disecciona la relación de la valenciana con la fotografía. Por lo tanto, la cuarta sección está dedicada a la obra sobre papel, a sus dibujos, collages, apuntes, etc. bajo el nombre –acuñado de manera muy acertada– Las alucinaciones son innumerables. Por último, para terminar el recorrido por la obra de Carmen Calvo se presenta, en un espacio multimedia, una serie de preferencias cinéfilas y musicales que han servido para la comprensión de su trayectoria artística. Para complementar esta exposición se ha realizado la edición de un catálogo en español e inglés, con imágenes de las piezas y textos de Alfonso de la Torre y del ensayista Valeriano Bozal. También, se realizarán distintos encuentros con el comisario, la artistas y especialistas: Victoria Combalía el 15 de diciembre, Valeriano Bozal el 12 de enero, Carmen Calvo el 19 de enero y, por último, cierra el ciclo Alfonso de la Torre el 26 de enero.
(Todo procede de la sinrazón (1969-2016) en Sala Alcalá 31 de Madrid. Desde el 2 de diciembre hasta el 29 de enero de 2017)