anterior

Se está mejor en casa que en ningún sitio

anterior
Home & Away, Photo Elysée

El nuevo curso nos trae tres pequeñas joyas, tres exposiciones de fotografía que se desarrollan en espacios de escala e impacto crítico muy diverso, pero que coinciden en reflexionar sobre el espacio interior y el exterior, la casa y la ciudad, el hogar y el viaje. Aquí se dan la mano, por un lado, la familiaridad, la intimidad y la seguridad que nos ofrece el hogar, al resguardo de miradas extrañas, donde la identidad se mantiene sólida y robusta frente a posibles embates externos, y, por otro, la aventura del viaje, la búsqueda de lo desconocido, la pausa en la rutina. Estas exposiciones ponen en escena espacios, pero, sobre todo, maneras de posicionarse en el mundo.

Para empezar, pocos meses antes de cerrar durante más de cinco años (los primeros cierres se darán en la sala de espectáculos, el museo y la biblioteca, y en verano seguirán las salas de exposiciones temporales), el Centre Pompidou de París presenta la primera gran retrospectiva europea de la fotógrafa estadounidense Barbara Crane (Chicago, 1928 – 2019). El recorrido por más de 60 años de carrera artística, concentrado en los primeros 25 años, ofrece una mirada amplia y profunda sobre una figura clave de la fotografía experimental y de vanguardia. La muestra, comisariada por la conservadora del museo Julie Jones y organizada junto al Barbara B. Crane Trust, presenta una vasta cantidad de sus trabajos: más de 200 piezas, de las que una buena parte ha entrado recientemente a formar parte de la colección del Pompidou, que han permanecido inéditas hasta la fecha, y que han sido reunidas en uno de los espacios más cuidados del museo, la Galerie de photographies de la planta inferior. La exposición destaca la versatilidad y el constante deseo de experimentación que define la trayectoria de la artista.

Crane captura escenas cotidianas de personas anónimas en la ciudad, pero con un enfoque que trasciende lo documental para adentrarse en una reflexión sobre la interacción humana y el espacio público

Crane estudió historia del arte y fotografía en el Mills College de California y en la Universidad de Nueva York, especializándose en retrato fotográfico. Su formación se complementó bajo la guía de Aaron Siskind en el Institute of Design de Chicago en la década de 1960. En 1967 comenzó a enseñar en el Art Institute de Chicago, donde trabajó hasta 1995. Desde el comienzo, la obra de Crane destacó por su capacidad de explorar nuevas formas y técnicas fotográficas. Sus trabajos, que abarcan desde las tradicionales impresiones en gelatina de plata hasta el uso creativo del Polaroid y los complejos montajes en platino-palladio, muestran una técnica impecable y una visión audaz que cuestiona los límites del medio fotográfico. Uno de los aspectos más interesantes de la obra de Crane es la forma en que combina la tradición fotográfica estadounidense, especialmente la straight photography, con influencias del arte conceptual, del estructuralismo europeo, del cine experimental y de figuras como John Cage, Henri Matisse y Merce Cunningham. Esto se refleja en la manera en que aborda la vida urbana, sobre todo en su ciudad natal de Chicago. Series como People of the North Portal (1970-1971) capturan escenas cotidianas de personas anónimas en la ciudad, pero con un enfoque que trasciende lo documental para adentrarse en una reflexión sobre la interacción humana y el espacio público.

Barbara Crane, Neon Series, 1969. © Barbara B. Crane Trust © Centre Pompidou, Joseph Banderet
Barbara Crane, Baxter Labs : Bicentennial Polka, 1975. © Barbara B. Crane Trust © Centre Pompidou, Janeth Rodriguez- Garcia

Otra serie notable es Neon Series (1969), donde, mediante el uso de exposiciones múltiples, Crane combina las luces de Las Vegas con retratos, creando imágenes que fusionan lo abstracto con lo figurativo. Esta capacidad para jugar con la realidad visual, transformándola en algo que parece más conceptual y onírico, es una característica recurrente en su obra. Lo mismo se puede observar en su serie Chicago Loop Series (1976-1978), donde explora la arquitectura de su ciudad de un modo casi abstracto, revelando una sensibilidad particular para las texturas, las formas y los juegos de luz.

Además de la fotografía callejera y urbana, Crane también se aventura en el terreno de lo más íntimo y personal, como lo muestra su serie Human Forms (1964-1968), donde retrata a sus hijos en formas anónimas y esquemáticas, centrándose en los contornos de los cuerpos, la luz y las sombras. Este enfoque experimental se mantiene a lo largo de toda su carrera, evidenciando su compromiso con la búsqueda de nuevas posibilidades estéticas.

La exposición también pone en relieve su habilidad para transformar objetos comunes en composiciones visuales llenas de vida. En la serie Objet Trouvé (1982-1983), los objetos cotidianos adquieren una calidad casi escultórica, destacando su mirada aguda y su capacidad para encontrar belleza y significado en lo banal.

La exposición del Pompidou es un homenaje merecido a una artista que, a pesar de su gran impacto en el mundo de la fotografía, no ha recibido el mismo reconocimiento en Europa que en los Estados Unidos. Esta muestra no solo es una oportunidad para descubrir o redescubrir el trabajo de Barbara Crane, sino también para apreciar cómo su obra sigue resonando hoy en día, invitándonos a cuestionar los límites entre lo documental y lo experimental en la fotografía.

Barbara Crane, Loop Series, 1976-1978. © Barbara B. Crane Trust © Centre Pompidou, Joseph Banderet

En segundo lugar, queremos destacar la muestra que Photo Elysée, el museo de fotografía ubicado en la ciudad suiza de Lausana, dedica a la colección de fotografía vernácula The Anonymous Project, del realizador inglés afincado en París Lee Shulman (Londres, 1973). Home & Away es una instalación inmersiva de diapositivas en color de los últimos 70 años, puesta en escena tanto en un espacio doméstico como exterior, ambientado con mobiliario y decoración de las épocas que reflejan las fotografías, incluida una roulotte. La memoria colectiva de gente anónima es preservada en este montaje de Kodachromes en el que Shulman, también comisario de la muestra, reflexiona sobre el hogar y el viaje:

Son dos facetas complementarias de nuestras vidas, cada una de las cuales aporta su propio equilibrio a nuestra existencia. Nos recuerdan que el hogar es algo más que un espacio físico; es un estado de ánimo donde encontramos confort y seguridad, mientras que las vacaciones son un soplo de aire fresco que alimentan nuestra curiosidad y el deseo de descubrir el mundo más allá de nuestras cuatro paredes.


Home & Away
, Photo Elysée

Home & Away
, Photo Elysée

The Anonymous Project es una colección fundada en 2017 que se compone de cerca de un millón de diapositivas Kodachrome producidas por fotógrafos amateurs desde los años 40 hasta el final de su fabricación en los años 2000, y que se difunde a través de publicaciones, exposiciones y proyectos artísticos colaborativos. Bodas, familias en sus tiempos de ocio, en bailes improvisados en el interior de sus casas, retratos ante objetos sancionadores de respetabilidad en esta sociedad de consumo que decide fotografiar al hijo recién graduado ante el televisor… El proyecto de Shulman recuerda vagamente al que lleva a cabo desde hace más de tres décadas, también en París, el coleccionista y editor Jean-Marie Donat, y del que pudimos ver una parte expuesta en el Centquatre a finales de 2021 y principios de 2022, Tout doit disparaître. La de Photo Elysée es una oportunidad única de recorrer la evolución de esta técnica fotográfica, pero sobre todo de asomarse, como si de una ventana indiscreta se tratase, a un buen puñado de vidas anónimas.

Por último, la exposición Viajes Utópicos, comisariada por Pedro Vicente Mullor, director del programa VISIONA/HU, es una exploración de los límites entre la realidad y la ficción, el éxito y el fracaso, y la transformación que ocurre durante los viajes, tanto físicos como metafóricos. La muestra, que forma parte de la novena edición del programa Visiona/HU de la Diputación Provincial de Huesca, estará abierta al público del 13 de septiembre al 17 de noviembre de 2024, y reúne el trabajo de artistas visuales, cineastas y críticos que examinan el concepto de utopía desde múltiples perspectivas.

Esta exposición ofrece una colección diversa de obras que exploran los viajes sin retorno, aquellos trayectos rectilíneos que transforman profundamente a quienes los emprenden. Según el comisario, la exposición no se centra en los destinos, sino en el proceso del viaje mismo, explorando cómo las utopías han sido representadas a lo largo del tiempo en la creación contemporánea​.

Cristina de Middel, Jan Mayen, 2015. Cortesía de Cristina de Middel / MAGNUM Photos

La obra que recibe a los visitantes es Gran Sur, de Fernando Prats, inspirada en el anuncio que el explorador Ernest Shackleton publicó en The Times en 1914 para reclutar voluntarios para su fatídica expedición al Polo Sur. Prats utiliza este relato de fracaso y adversidad como metáfora de las travesías actuales de inmigración y otros desplazamientos forzados. Su instalación incluye un neón llamativo, un vídeo y varios dibujos que expanden la reflexión sobre los viajes imposibles​.

A medida que el espectador avanza en la exposición, se encuentra con la obra de Cristina de Middel, quien presenta Jan Mayen, una serie fotográfica que narra la historia de un grupo de aventureros que, tras el descubrimiento del Polo Norte, deciden explorar la isla Jan Mayen. La obra juega con la idea de que “solo los vencedores escriben la historia” y fusiona realidad y ficción para modificar el relato histórico​.

Otra de las obras destacadas es Sputnik: la odisea del Soyuz 2, de Joan Fontcuberta, que reconstruye la trágica historia del coronel Ivan Istochnikov, un cosmonauta perdido durante la Guerra Fría. En esta obra, el espectador es invitado a cuestionar la veracidad del relato, reflexionando sobre las representaciones de los viajes y las manipulaciones históricas​.


Rogelio López Cuenca, No/w/here, 1998. Cortesía del artista y del MUSAC
Joan Fontcuberta, Sputnik: la odisea del Soyuz 2, 1997. Colección de arte contemporáneo Fundación La Caixa

La obra No/w/here de Rogelio López Cuenca también se incluye en la muestra y ofrece una reflexión sobre la justicia social en el mundo contemporáneo, explorando la idea de que lo que para unos puede ser una utopía, para otros es una realidad. Utilizando una estética que imita una línea de metro, la obra conecta conceptos relacionados con el dinero, el lenguaje y la hospitalidad, invitando al público a hacer su propio viaje intelectual​.

Decimocuarta estación de Greta Alfaro es otra obra impactante. Esta instalación incluye un vídeo en bucle que narra un viaje ferroviario, acompañado de fotografías de estaciones abandonadas. La obra critica la utopía fallida del progreso industrial, señalando cómo el tren, un símbolo del avance tecnológico, también fue una herramienta de colonialismo y explotación ambiental​.

Finalmente, Andrés Pachón presenta dos piezas: Dioramas y Magic Lantern, que exploran la arqueología del paisaje y cuestionan la objetividad de las representaciones visuales en la tradición documental. Pachón utiliza imágenes técnicas y las manipula para revelar la construcción ideológica detrás de estos “documentos” que, en apariencia, parecen neutros.

Segundo de Chomón, Excursión a la Luna, 1908

Además de la exposición, Viajes Utópicos ofrece un rico programa paralelo que incluye conferencias, ciclos de cine y talleres para el público infantil y juvenil. Entre las actividades más destacadas se encuentran las proyecciones de películas como Viaje a la Luna (1902) de Georges Méliès y Excursión a la Luna (1908) de Segundo de Chomón, ambas pioneras en la representación cinematográfica de los viajes utópicos. También se organizarán conferencias como “El decálogo del viajero verniano”, a cargo de Miguel A. Delgado (donde se reflexionará sobre el legado de Julio Verne como inventor del viaje moderno), y “Hacia el Polo Sur”, de Fernando Prats (en torno a tres “obras expediciones” realizadas por el artista chileno, y que tratarán de “la experiencia pura” evocada por la región salvaje).

En definitiva, estas tres exposiciones se acercan al binomio casa-ciudad de una manera sutil aunque evidente, poniendo sobre la mesa la red de ideas que suelen vincularse con él: intimidad, raíces, aventura, novedad. Si la exposición de Barbara Crane aborda la experiencia urbana y del espacio público y la de Lee Shulman se centra en el hogar como refugio frente a las vacaciones, Viajes Utópicos muestra que, en realidad, el viaje es siempre interior. Esta última exposición presenta los viajes no solo en sentido literal, sino como una exploración profunda de las utopías y los fracasos humanos, del poder de la representación y de cómo la narrativa del viaje moldea nuestra percepción del mundo.

(Barbara Crane, Centre Pompidou, París. Hasta el 6 de enero de 2025)

(Lee Shulman. The Anonymous Project, Home & Away, Photo Elysée, Lausana, Suiza. Hasta el 23 de febrero de 2015)

(Viajes utópicos, Diputación de Huesca. Hasta el 17 de noviembre de 2024)