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Narrar la cronología de los cambios tecnológicos

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Daniel Canogar, Cannula, 2016. © VEGAP

El cambio es ahora nuestra única constante, una institución global.

Gene Youngblodd

La Sala Alcalá 31 inaugura la segunda exposición de la temporada ocupando sus salas con los últimos trabajos de Daniel Canogar (Madrid, 1964), artista que, desde el inicio de su carrera, se interesó por las posibilidades de la imagen proyectada, la instalación artística y la tecnología digital. Fluctuaciones, la exposición que podrá visitarse hasta el 28 de enero, está comisariada por Sabine Himmelsbach y presenta obras de Canogar que giran alrededor de la sociedad de los datos y de la influencia de la tecnología sobre la humanidad.

El big data, un concepto que se nos presenta como abstracto pero que es a la vez determinante en nuestro día a día, consigue, a través de esta exposición materializarse, tomar forma

En una sociedad extremadamente afectada por lo los rápidos cambios digitales y en la que el impacto tecnológico tiene efectos tanto a nivel individual como colectivo, Canogar se sitúa como narrador de la cronología de los cambios tecnológicos. La primera pieza que presenta el recorrido de la muestra Fluctuaciones, es “Pneuma” (2009), la obra de menores dimensiones de la exposición pero que sirve como declaración de intenciones. Consiste en una serie de cables de teléfono que se iluminan y que son, en cierta medida, metáfora de la infinita cantidad de datos, big data, que conviven y afectan nuestro presente siendo, prácticamente, una segunda piel de nuestra realidad. El big data, un concepto que se nos presenta como abstracto pero que es a la vez determinante en nuestro día a día, consigue, a través de esta exposición materializarse, tomar forma; hecho que es, quizás, uno de los grandes logros de Canogar en una muestra en la que, aún estableciendo relaciones entre la visualización de datos y el cambio climático, se echa de menos hacer explícitas preguntas sobre la relación del big data con la vigilancia y el control.

Según Himmelsbach el título de la muestra, Fluctuaciones, responde al cambio tecnológico acelerado en el que estamos inmersos y se refiere también, a una memoria que desaparece, a una memoria que es ya definitivamente líquida por una incapacidad de asumir el transcurso acelerado en el que nos encontramos. La muestra aborda, en este sentido, hasta cuatro grandes conceptos: Memoria, Melancolía, Materialidad y Data.

La muestra aborda, en este sentido, hasta cuatro grandes conceptos: Memoria, Melancolía, Materialidad y Data.

Memoria y melancolía están presentes en “Sikka Ingentium” (2017), una pieza en forma de instalación artística de enormes dimensiones. Se trata de 2.400 DVDs ubicados sobre la pared en los que se proyecta, mediante cinco proyectores, el contenido de los mismos. El DVD es actualmente un formato tecnológico prácticamente obsoleto y que ya sólo se encuentra en rastros o tiendas de segunda mano, los lugares a los que Daniel Canogar se ha acercado para encontrarlos. Asimismo, las películas que contienen los mismos, remiten a una época lejana –en cuanto a cambios sucedidos– y cercana –en cuanto a años realmente transcurridos– al mismo tiempo que invita a experimentar el sentimiento de melancolía. Una melancolía que desaparece en la siguiente gran instalación, “Cannula” (2016), una animación generativa que utiliza vídeos colgados en Youtube para crear una composición líquida gracias a la descarga, en tiempo real, de los primeros 100 vídeos que aparecen con diversas búsquedas.

Memoria y melancolía están presentes en “Sikka Ingentium” (2017), una pieza en forma de instalación artística de enormes dimensiones

Daniel Canogar, Sikka Ingentium, 2017. © VEGAP

Otras de las piezas presentes en la muestra son “Magma” (2017), una obra que remite directamente tanto a la materialidad (se trata de una pantalla led doblada, ante el convencimiento del artista de que las pantallas planas no deben tener la capacidad hegemónica de representar el mundo) cuyos leds reaccionan según la actividad volcánica del mundo; o “Draft” (2017), pieza conformada por tres pantalla y que, como la anterior, está estrechamente ligada al big data. La primera de las pantallas contiene palabras provenientes de la Declaración de los Derechos Humanos firmada en París. Se trata de un documento que, según Daniel Canogar, se hallaría en plena crisis, razón por la cual, el texto de la pantalla se va deteriorando resultado de una reacción en tiempo real de la dirección e intensidad del viento de la ciudad que vio nacer este texto: París. Esta misma dinámica se repite en las otras dos pantallas que conforman esta pieza, en una mediante palabras de la Magna Carta y, en la otra, con fragmentos del texto de la  Constitución americana.

(Fluctuaciones de Daniel Canogar, en la Sala Alcalá 31. Del 28 de noviembre al 28 de enero de 2018)