“He sido testigo y estas fotografías son mi testimonio. Estos hechos que he fotografiado no deben olvidarse y tampoco volver a repetirse”. Así define su trabajo el fotoperiodista James Nachtwey, (Nueva York, 1948) ganador del Premio Princesa de Asturias de Comunicación y Humanidades 2016. Nachtwey es el primer fotoreportero al que se le concede este galardón gracias a su trayectoria de más de 40 años en la primera linea del periodismo de guerra. El jurado, encabezado por Víctor García de la Concha, director del Instituto Cervantes, ha valorado en Nachtwey “su compromiso profesional sin abdicar de los principios éticos del informador, ni maquillar el dictamen de la cámara”.
Es a partir de los años ochenta cuando comienza a cubrir conflictos bélicos en medio mundo
La trayectoria de Nachtwey, licenciado en Ciencias Políticas e Historia del Arte, comienza en periódicos de Nuevo México para a mediados de los setenta trasladarse como freelance a Nueva York, ciudad en la que actualmente reside. Es a partir de los años ochenta cuando comienza a cubrir conflictos bélicos en medio mundo, atentados y golpes de estado en al menos una veintena de países incluyendo los movimientos sociales en Estados Unidos, las crisis políticas en Centroamérica o la guerra de Irak, donde fue disparado en 2003. Como otros muchos periodistas que han cubierto la guerra (Oriana Fallaci, Gervasio Sánchez, Alfonso Armada, Mayte Carrasco, John Carlin, Ramón Lobo, Rosa María Calaf, Enrique Meneses…) Nachtwey ha visto de cerca el horror que deja a su paso el hambre, la muerte, la desesperación y la crueldad que el ser humano puede llegar a infligir sobre sus prójimos.
Innolvidables son sus fotografías durante el genocidio de Ruanda, la guerra de Bosnia, Kosovo, Chechenia, El Salvador, Nicaragua, Guatemala… Nachtwey fotografía sin miramientos ni edulcorantes, basta con ver las imágenes del hambre en Sudán, la lacra del sida en África o la heroína en Afgasnistán. Muestra una realidad que puede herir la sensibilidad del espectador, y eso es precisamente la clave del periodismo: zarandear al que mira, trasladar la verdad sin artificios, mostrarle el infierno.
La figura de Nachtwey se ha impuesto a los otros candidatos
Ha publicado en multitud de periódicos y revistas internacionales como el New York Times, ha expuesto en centro de arte como el Centrer of Photography de Nueva York, en la Bibliotheque Nationale de Francia en París, en el Museum of Photographic Arts de San Diego o en el Círculo de Bellas Artes de Madrid entre otros. Ha sido galardonado dos veces con el World Press Photo en 1992 y 1994, cinco veces con la Medalla de Oro Robert Capa (1992, 1993, 1998, 2001 y 2008), siete veces fotógrafo del año, dos veces con el premio Bayeaux de Corresponsales de Guerra, el Common Wealth Award entre otros muchos que encumbran a su figura a los altares del periodismo, de ese que marca la diferencia.
La figura de Nachtwey se ha impuesto a los otros candidatos, Aaron Sorkin, la Feria Internacional del libro de Guadalajara en México y al biólogo Francisco Ayala. El premio de 50.000 euros y una estatua diseñada por Joan Miró, será entregado en el mes de octubre en la ciudad de Oviedo junto al resto de galardonados.