Concha Jerez pertenece a la primera generación de artistas conceptuales que comenzó a trabajar en los años setenta, y que entiende el arte como una fuerte arma social que es capaz de cambiar el mundo. Ahora, el Centro Atlántico de Arte Moderno (CAAM) recupera la exposición que tuvo lugar en el MUSAC, Concha Jerez. Interferencias, que podrá verse hasta el 7 de enero de 2018 y está comisariada por Alicia Murría. Esta muestra dedicada a una de las figuras más destacadas del ámbito del arte contemporáneo español y pionera del arte conceptual, se amplía respecto a la que se exhibió en el museo leonés y se muestran cuatro obras creadas específicamente para el CAAM. Interferencias realiza un recorrido por la extensa producción de Jerez y reúne una selección de sus instalaciones más significativas, obras objetuales y videográficas; de las cuatro obras ideadas para el centro canario, dos están referidas a la memoria histórica de Canarias y de preocupaciones sociales como la inmigración.
En sus obras, Concha Jerez emplea distintos registros, desde la imagen en movimiento, el texto impreso, la palabra, el sonido y el silencio, la performance, la instalación, etc. Además elige de manera minuciosa los materiales que va a utilizar: todos tienen su razón de ser en función del concepto que la artista quiere expresar (memoria, espacio, ambigüedad, tiempo, paisaje o interferencia). Una condición que le valió para que fuera galardonada en 2015 con el Premio Nacional de Artes Plásticas debido a “su contribución a la transformación del lenguaje artístico en el uso de diferentes formatos, desde lo escrito a lo audiovisual pasando por lo sonoro, y por su constante conciencia crítica”. Además, el feminismo está fuertemente presentado en los trabajos de Jerez y, concretamente, en este proyecto expositivo, a través de obras como Caja de cotidianidad, Paisaje de Memoria o Silencio autocensurado. La artista se centra en el esfuerzo de distintas creadores que tuvieron que luchar para conseguir un espacio propio y un reconocimiento, en una época en la que imperaba el machismo de sus compañeros.
Todas las piezas que integran esta exposición realizan un recorrido histórico y conceptual
En cuanto a las dos obras centradas en la memoria histórica de Canarias, se tratan de las instalaciones Espectros de silencios. A la memoria de las víctimas de Jinámar, una obra de alta densidad emocional y que habla de hechos que incluso afectó a su propia familia, la SIma de Jinámar está asociado a la Guerra Civil, lugar donde fue asesinado un gran número de personas fieles a la República siendo lanzados vivos a esta fosa que comunica con el mar. La segunda pieza recibe el nombre Fragmentos de memorias del Julan, una serie de grabaciones centrando su atención en la memorial cultural de la isla y en los petroglifos de la época prehispánica. En definitiva, todas las piezas que integran esta exposición realizan un recorrido histórico y conceptual abordando la idea de interferencia en el terreno conceptual, espacial y en los medios de comunicación.
Además, Concha Jerez ha presentado para este proyectos dos performances que se activarán el 6 de octubre y el 22 de noviembre. Piezas en las que la artista pretende establecer un diálogo con el público, compartiendo y elaborando posiciones de resistencia frente a la realidad actual.
(Concha Jerez. Interferencias en el CAAM, Palmas de Gran Canaria. Desde el 5 de octubre hasta el 7 de enero de 2018)