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Fotografía en España años 50 y 60

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AFAL
Carlos Pérez Siquier, S/T / Mujer encalando / La Chanca, Almería, 1958. Gelatinobromuro de plata sobre papel baritado. Cortesía de Joaquín Cortés, Román Lores y Museo Nacional de Arte Reina Sofía.

El Museo Reina Sofía aprovecha la celebración de PHotoEspaña para revisar la fotografía en España en las décadas de los 50 y los 60. Unos años que se recuperan más como documentación que como creación puramente artística. Comisariada por el equipo del Reina Sofía con la colaboración de Laura Terre se reúnen 70 fotografías y abundante material documental que ilustra la transformación estética y conceptual de la fotografía de una época oscura y que hoy permanece en la sombra de los nombres y logros posteriores. Las influencias del documentalismo neorrealista y del reportaje humanista son esenciales en la fotografía de estos años, movimientos que se desarrollaban en otros países pero que servían perfectamente para trasladar a imágenes una situación social perentoria tanto política como social que se vivía en España. Protagonista esencial de este movimiento fue la revista AFAL, especializada en cine y fotografía que se publicó entre 1956 y 1963, y que sobrevivía milagrosamente gracias a las pocas suscripciones, una mínima publicidad y sobre todo a las aportaciones constantes de sus fundadores José María Artero García (Almería, 1928-1991) y Carlos Pérez Siquier (Almería, 1930). La historia de la fotografía demuestra, tanto en España como en otros muchos países, la importancia de las publicaciones periódicas para aglutinar nombres y esfuerzos, y nos muestra también el poco o nulo apoyo que estas publicaciones reciben más allá de sus impulsores. El Caso es que AFAL se ha convertido en un nombre ya mítico en la fotografía y que ha sido el eje de toda una época fotográfica.

La conexión con el desarrollo y las corrientes exteriores se realizaba a partir de viajes individuales

Los años 50 y 60 estaban marcados por la huella de una dura posguerra con la habitual miseria y represión en un país vencido y humillado, sin recursos y aislado del exterior a nivel cultural e informativo. La conexión con el desarrollo y las corrientes exteriores se realizaba a partir de viajes individuales y de las producciones bibliográficas que podían llegar, de una forma u otra, hasta nosotros. La creación fotográfica también se había visto muy maltratada con una guerra civil y su interminable posguerra, con lo que más que hablar de desarrollo había que plantearse la reconstrucción de una escena arrasada. Los núcleos más activos de la fotografía estaban en Barcelona, Madrid y Almería. Las Agrupaciones Fotográficas, con sus publicaciones, normalmente Anuarios, y sus exposiciones y algunos grupos como La Palangana, dieron la respuesta informativa al interés internacional, potenciando a algunos de estos artistas a niveles internacionales, abriendo una visión a la fotografía española que apenas iniciaba una andadura que todavía hoy en día sigue siendo muy singular.

Más allá de un momento histórico y de la gran labor de AFAL, de sus fundadores y de este puñado de hombres que levantaron la fotografía española contra viento y marea, existen unas imágenes, una obra que vale por si sola

La exposición reúne una serie de imágenes significativas, pero no se hace eco del espíritu combativo de la época, cuando los artistas usaban sus fotografías como grandes murales, los tiempos sin duda han cambiado y hay entre los nombres expuestos un buen puñado de Premios Nacionales de Fotografía (Cualladó, Masats, el propio Perez Siquier, Ontañon, Schommer….), recuperaciones históricas que son más agradecimientos que auténticas revisiones de una obra singular y de una gran calidad fotográfica. Porque más allá de un momento histórico y de la gran labor de AFAL, de sus fundadores y de este puñado de hombres que levantaron la fotografía española contra viento y marea, existen unas imágenes, una obra que vale por si sola una gran exposición en cualquier museo. Son imágenes de delicadeza exquisita, en el espíritu de una época que usaba la imagen fotográfica no sólo como herramienta de lucha social sino como una forma de lirismo que empezaba a ser literariamente anacrónica. La donación de Carlos Pérez Siquier coloca en el museo, por una vía directa, una serie de trabajos que de otra forma hubiera tenido un camino mucho más largo, difícil y de final incierto. Sobre todo, ahora que tenemos la posibilidad de contemplar estas imágenes, de revisar esta época, no veamos solamente documento donde, también, hay arte.

Los artistas que en esta exposición muestran sus trabajos son Jose María Artero, Leonardo Cantero, Joan Colom, Gabriel Cualladó, Francisco Gomez, Gonzalo Juanes, Ramon Masats, Orios Maspons, Xavier Miserach, Francisco Ontañon, Carlos Pérez Siquier, Alberto Schommer, Ricard Terre y Julio Ubiña.

(Humanismo y subjetividad en la fotografía española de los años 50 y 60. El caso Afal. MNCARS desde el 30 de mayo hasta el 7 de noviembre de 2016. Madrid)