anterior

Felipe IV se queda en España

siguiente
Felipe IV
Pedro Pablo Rubens. Retrato de Felipe IV, 1628 -1629.

Finalmente el Estado no ha podido ejercer su derecho de compra sobre la obra de Rubens, Retrato de Felipe IV joven, que se pudo ver en el pasado Feriarte (la feria de arte y antigüedades de Madrid) después de estar desaparecido más de 50 años. Al parecer ni el Museo del Prado ni el Ministerio de Cultura tiene el dinero suficiente para pagar el precio que piden los dueños del cuadro. Por cierto, no sabemos ni el nombre de los dueños ni la cantidad que piden por el cuadro. Al parecer tampoco el Estado está en condiciones de pedir un préstamo para este fin dada la situación de inestabilidad política, sin gobierno y sin esperanzas de tenerlo en un plazo breve. Así las cosas, el cuadro está disponible para cualquier comprador que pueda pagar el precio, pues la obra no podrá salir de España según la Junta de Calificación, Valoración y Exportación de Bienes del Patrimonio Histórico. A partir de un informe del Prado, la Junta ha pedido que la pintura se incluya dentro de alguna de las categorías de protección especial.

Pintado por Pedro Pablo Rubens entre 1628 y 1629, su historia está llena de desapariciones

El retrato es el único que ha sobrevivido al paso del tiempo (Rubens llegó a pintar cuatro retratos de los cuales tres se quemaron en 1734, incluido un retrato ecuestre que era el favorito del monarca). Pintado por Pedro Pablo Rubens entre 1628 y 1629, su historia está llena de desapariciones: primero estuvo en paradero desconocido durante más de dos siglos, desde la muerte en Amberes del pintor en 1640 hasta principios del siglo XX. Posteriormente se le volvió a perder el rastro hasta que apareció nuevamente en los años 60 en una colección particular.

Pedro Pablo Rubens. Retrato de Felipe IV, 1628 -1629

Felipe IV tenía 23 años cuando Rubens le pintó, y hay que recordar que Rubens viajó a España a petición del propio rey, y fue Felipe IV quien le pidió personalmente que le pintara un retrato, algo impensable hoy en día.

Finalmente la autoría del retrato no deja duda alguna, y su calidad e importancia esta fuera de toda duda. Sin embargo es simplemente el dinero, su falta, lo que impide que este cuadro entre en el Museo del Prado. Tal vez dentro de un tiempo este Felipe IV de Rubens vuelva a ser noticia y pase de una colección privada al Museo en el que debería estar desde hace ya mucho tiempo.