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Coleccionar la(s) historia(s)

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Aneta Grzeszykowska, Untitled Film Stills, 2006. © 2024 Aneta Grzeszykowska / Cortesía de la artista y de Raster Gallery / SAMMLUNG VERBUND

Toda colección cuenta una historia, muchas historias: la del contexto social, cultural e histórico en que ha sido creada; la del coleccionista que le ha dado forma y que la ha ido cultivando con el tiempo; la de los autores (si los hubiere) de los objetos coleccionados, la de los propios objetos y sus interrelaciones (muchas veces imprevistas, sorprendentes)… En el caso de una colección de arte contemporáneo, también perviven todas estas historias, por supuesto. Sucede en ciertos momentos que la colección se mira al espejo, en un ejercicio introspectivo, incluso a veces nostálgico o celebratorio; sucede que el coleccionista vuelve la vista atrás a través de sus obras y despliega un rastro extendido de imágenes que cuentan la historia de la propia colección, que hablan de su memoria, de sus inquietudes, de sus derivas y obsesiones –las del coleccionista, las de la colección y de sus objetos–. En esos momentos de recapitulación y/o festejo, cuando se realiza un corte diacrónico en el tiempo –ofreciendo al espectador, al visitante, una imagen plural de la colección–, las historias se solapan y entrecruzan; entonces, la contemporaneidad de la colección se actualiza y se pone en jaque, en tela de juicio. Algo semejante sucede actualmente con la colección VERBUND, que celebra su 20 aniversario con una gran exposición intro-retrospectiva en el Albertina Museum, la cual se puede visitar desde el pasado 29 de febrero y hasta el próximo 5 de mayo de 2024.

La colección VERBUND celebra su 20 aniversario con una gran exposición intro-retrospectiva en el Albertina Museum

La colección de la compañía eléctrica VERBUND ha conseguido algo muy poco frecuente en este tipo de colecciones corporativas: la introducción de un término en la historia del arte. “Feminist Avant-Garde”, traducido como “Feminismo de Vanguardia”, fue el concepto acuñado por la directora de la colección, Gabriele Schor, para describir el arte de influencia feminista desde los años setenta del siglo pasado en adelante, el cual se convertiría en el foco de interés y reflexión de la colección, que ha ido creciendo hasta llegar en la actualidad a estar conformada por más de mil obras de alrededor de 200 artistas. Fundada en 2004, la colección celebra actualmente sus dos décadas de vida en Viena, en el museo más importante de la ciudad, el Museo Albertina (ubicado frente a la Ópera), con la muestra The VERBUND COLLECTION, Vienna, Celebrates Is Twentieth Anniversary. Entre los artistas presentes en esta muestra encontramos figuras de la talla de VALIE EXPORT, Cindy Sherman, Nan Goldin, David Wojnarowicz, Francesca Woodman, ORLAN, Gabriel Orozco, Jeff Wall, Gordon Matta-Clark o Zanele Muholi. Conociendo los presupuestos, intereses e investigaciones de su fundadora, la mencionada Gabriele Schor (comisaria de la muestra), podemos adentrarnos con mayor facilidad en la comprensión y disfrute de la colección a través de esta exposición, aunque siempre algo escapa al control del coleccionista y quizás esto sea lo más interesante para revisar su propio legado.

Lebohang Kganye, Setshwantso Le Ngwanaka I, de la serie “Ke Lefa Laka (Her-Story)”, 2013. © 2024 Lebohang Kganye / SAMMLUNG VERBUND

Como se mencionaba, la orientación de la colección VERBUND, anclada como está en el arte conceptual, evoluciona en torno a la vanguardia feminista de los años setenta. A partir de este periodo, muchos artistas se alejaron de la pintura, creando formas de expresión completamente nuevas, y empezaron a descubrir su propio cuerpo como medio. Conceptos como el feminismo, el posmodernismo, la espacialización del arte, el cuestionamiento de las identidades y la autoescenificación adquirieron una importancia central. La fotografía, el vídeo, el cine y la performance se establecieron como formas artísticas independientes. En este sentido, la colección gira principalmente en torno a la fotografía, pero también a la imagen en movimiento y las instalaciones.

La exposición, que muestra numerosas nuevas adquisiciones –expuestas por primera vez en Austria–, comienza con aquellos artistas cuyas obras han sido recogidas monográficamente en profundidad, como Cindy Sherman, Francesca Woodman, Birgit Jürgenssen y Renate Bertlmann. A Cindy Sherman la acompañan contemporáneas como Martha Wilson y posturas más recientes como la de Aneta Grzeszykowska, que recreó en color el famoso Untitled Film Stills de Sherman. A estas artistas le siguen obras de la vanguardia feminista de los años setenta; momento en el que, según cuenta la comisaria de la muestra, el cuerpo femenino se liberó de su condición secular de objeto y emergió como sujeto con una agencia propia. 

Lebohang Kganye, Ka Mose Wa Malomo Kwana 44 II, de la serie “Ke Lefa Laka (Her-Story)”, 2013. © 2024 Lebohang Kganye / Cortesía de ROSEGALLERY / SAMMLUNG VERBUND
Renate Bertlmann, Zärtlicher Tanz, 1976. © 2024. Cortesía de Renate Bertlmann / Bildrecht / SAMMLUNG VERBUND

Con el telón de fondo de la espacialización del arte en la década de 1970, otra sección está dedicada a obras que abordan la percepción conceptual, poética y psicológica de espacios y lugares. Así pues, nos encontramos con artistas como Gordon Matta-Clark, quien parte una casa en dos, inclina unos grados una de las mitades y crea así su “anarquitectura” como crítica a la arquitectura convencional. David Wojnarowicz vincula poéticamente su vida en Nueva York con la del poeta francés Arthur Rimbaud, y Ernesto Neto crea un espacio cargado de psicología basado en La interpretación de los sueños de Sigmund Freud, en el que una muñeca habita en una mecedora.

La exposición aniversario presenta además, como se mencionaba, nuevas adquisiciones en el contexto de la sección de la exposición “Género, Identidad y Diversidad” que nunca antes se habían mostrado en Austria. Los artistas que aparecen en esta parte de la muestra se dedican a crear espacios de memoria, como la sudafricana Lebohang Kganye, que utiliza fotomontajes para explorar su relación con su madre fallecida, o el kazajo Alexander Ugay. Basándose este último en la diáspora coreana, rastrea a sus antepasados con fotografías analógicas e imágenes generadas con inteligencia artificial. Con sus collages de gran formato, la artista noruego-nigeriana Frida Orupabo crea escenas que tematizan y revisan la historia colonial, la esclavitud, el racismo y el sexismo. Por su parte, Zanele Muholi se identifica a través de su práctica artística como no binaria y lucha activamente por los derechos LGBTQIA+ en Sudáfrica. Sus autorretratos escenificados critican la visión eurocéntrica del cuerpo negro. Finalmente, encontramos la obra de Sin Wai Kin, quien deconstruye y reconstruye las narrativas sociales y encarna cuatro identidades no binarias de un grupo de chicos ficticio en el vídeo It’s Always You. Estas nuevas adquisiciones de la colección dan el tono de la deriva actual que está adoptando, en la que se apuesta por revisar la historia colonial de Occidente, así como por temáticas queer y artistas feministas no occidentales, recalibrando los contenidos y conceptos más presentes en la colección.

Siempre surge la pregunta, ante la revisión de colecciones de estas características, del sentido y razón de ser de dichas iniciativas

Zanele Muholi, BONA II, ISGM, Boston, 2019. © 2024 Zanele Muholi. Cortesía de la artista y de Yancey Richardson / SAMMLUNG VERBUND

A pesar de incluir propuestas provenientes del Sur Global y de haber crecido en diversidad en los últimos años, ciertamente se trata de una colección con una carencia de prácticas y artistas pertenecientes a estas latitudes. Algo quizás tiene que ver el hecho de que Jamillah James, del Museo de Arte Contemporáneo de Chicago, y Catherine Wood, Directora de Programas de la Tate Modern de Londres, conformen de manera íntegra actualmente el consejo asesor, que ha sido tradicionalmente constituido por posiciones eminentemente occidentalistas y eurocéntricas. “¿No sería también interesante contar con alguien de un país no occidental?”, le preguntaba recientemente Nina Schedlmayer, en una interesante entrevista realizada a la propia comisaria y directora de la colección (publicada por EIKON en su nº 125). En esta entrevista, Schor comentaba algunas cuestiones relevantes a la hora de entender la historia y evolución de la colección VERBUND, como el interés en el origen de la creación de la misma de desarrollar un rasgo distintivo que le diera una identidad inconfundible.

Fue con esa voluntad como nacía la colección VERBUND, siendo las primeras adquisiciones cuatro Untitled Film Stills (1977-1980) de Cindy Sherman, que fueron seguidas rápidamente de varios dibujos y fotografías tempranas de Birgit Jürgenssen “que en aquel momento no interesaban a ninguna colección de museo”, según asegura Schor. Todas ellas son, indudablemente, obras muy emblemáticas y representativas de lo que conformaría el espíritu de la colección. Igualmente, añadía Schor que, para poner en movimiento la colección, realizó un estudio comparativo detallado de otras colecciones cercanas: 

“Crear una colección de arte en 2004 y disponer de los recursos para hacer adquisiciones fue una gran responsabilidad. Hay que ser estratégico e investigar mucho de antemano. Por ejemplo, el Deutsche Bank compró fotografías en color de gran formato de los llamados ‘estudiantes Becher’, como Andreas Gursky y Thomas Ruff. Eso me dio la idea de volver a la época de los propios Bernd y Hilla Becher, a la década de 1970, a los primeros años de la fotografía artística”.

Aunque se ha querido enfatizar desde hace unos años la centralidad de la cuestión feminista en la colección VERBUND, Schedlmayer apuntaba muy acertadamente lo tentativo y plural de la confección de la colección:

“Desde el principio, además del arte feminista, hubo otro enfoque, que fue sobre espacios y lugares, como lo demuestra la exposición de la colección en el MAK – Museo de Artes Aplicadas de Viena en 2007. Después, a través de exposiciones y publicaciones, la VERBUND COLLECTION se dio a conocer sobre todo por la vanguardia feminista”.

Esta colección no es desconocida en nuestro país, dado que en 2019 tuvo lugar en el CCCB de Barcelona la muestra ¡FEMINISMOS!, siguiendo uno de los objetivos marcados por Schor: internacionalizar la colección y llevar sus obras y discursos más allá de las fronteras estatales. En aquella ocasión se propuso un extenso programa de actividades para poner de manifiesto el diálogo, las continuidades y las rupturas entre el feminismo radical de los años setenta y los feminismos actuales.

Siempre surge la pregunta, ante la revisión de colecciones de estas características, del sentido y razón de ser de dichas iniciativas: ¿cuáles son las pretensiones e intereses latentes en la configuración de una colección de arte contemporáneo con una proyección internacional semejante por parte de una empresa como VERBUND (la principal empresa eléctrica de Austria y uno de los mayores productores europeos de electricidad a partir de energía hidroeléctrica)? ¿Por qué en el año 2004 se toma la decisión de poner en marcha este esfuerzo enorme de coleccionismo y de difusión, divulgación y narración? ¿Cómo deben estas colecciones interactuar con las instituciones públicas? ¿Cuál es su genuino impacto y relación con los discursos del arte contemporáneo? ¿Qué factores ideológicos y económicos entran en juego? ¿En qué medida sucede una cierta instrumentalización de algunas corrientes estéticas y de pensamiento como el feminismo, así como también de figuras y marcos conceptuales, de posiciones políticas adoptadas como emblema? ¿Qué supone alinear los marcos conceptuales de la colección con el propio “compromiso de la cultura corporativa”?

Todos estos interrogantes afloran necesariamente ante colecciones como esta en la que nos adentrábamos a través de la muestra presente a día de hoy en el Albertina Museum de Viena, donde se lleva a cabo un despliegue por la historia de la colección y también por la historia del arte contemporáneo, donde ciertos emblemas y propuestas ideológicas muy concretas, así como figuras de artistas icónicas y derivas estéticas y poéticas marcan el ritmo de la muestra y caracterizan el espíritu de la colección VERBUND: una colección que cuenta historias y que, en la actualidad, también nos cuenta su propia historia, dejando algunos recovecos para la imaginación y la especulación.

(The VERBUND COLLECTION, Vienna, Celebrates Is Twentieth Anniversary, Albertina Museum, Viena. Hasta el 5 de mayo de 2024)