Nacido en Trenton en el año 1934, Peter Hujar se dio a conocer en los años cincuenta gracias a sus trabajos para distintas revistas y empresas dedicadas a la publicidad y la moda. Su trabajo, caracterizado por el uso del blanco y el negro, buscaba la mirada del retratado, la confrontación directa con el mismo, pero también desarrolló su trabajo en el mundo del paisaje y los desnudos, mostrando un gran interés en la anatomía humana; igualmente en la animal, con distintas series de animales de compañía y de granja.
Hujar se relacionó con numerosas personalidades de la segunda mitad del siglo XX, entre los que destacó Andy Warhol o Candy Darling. Esta última fue musa de Warhol, actriz transexual y personaje carismático que protagonizó la que puede que sea la fotografía más importante en la carrera de Hujar. Candy Darling on Her Deathbed es el título de dicha instantánea y en ella el artista retrataba a la actriz en su lecho de muerte, una lujosa cama rodeada de flores. Para entender la repercusión de esta imagen tenemos que remitirnos a la influencia de Candy, protagonista de numerosas letras de grupos como The Velvet Underground, Lou Reed o The Rolling Stones. De hecho, esta fotografía fue elegida por el grupo Antony and the Johnsons para ilustrar su álbum I am a bird now.
El trabajo de Hujar en el mundo Underground no sólo se nutría de caras famosas, también se preocupó de mostrar las personas anónimas
Si su trabajo comenzó durante los cincuenta, ligado a la fotografía más comercial, pronto decidió abandonar este estilo para centrarse en el arte. En ese momento se vinculó a distintos movimientos contraculturales, cargando su trabajo de realismo y capturando la vida de Nueva York en los años setenta. Estos trabajos más realistas se intercambiaban con sus retratos de la escena Underground. Si antes ya mencionamos su relación con Warhol, también lo hizo con la fotógrafa Susan Sontag o el novelista William S. Burroughs. Pero el trabajo de Hujar en el mundo Underground no sólo se nutría de caras famosas, también se preocupó de mostrar las personas anónimas que formaban el día a día de la ciudad. De esta manera, fotografiase lo que fotografiase, siempre lo hacía como retratista, desde la sociedad americana, el mundo de los animales hasta paisajes como el Río Hudson, y siempre buscando una relación, la relación más cercana entre retratado y retratista para adentrarse en la verdadera naturaleza de este.
Pero si como decíamos antes, Hujar se unió a distintos movimientos sociales y culturales, uno de los más importantes en su vida fueron esos primeros años de lucha por la liberación gay y los disturbios de Stonewall. Este acto se consideró como una serie de manifestaciones espontáneas y violentas en protesta contra una redada policial que tuvo lugar el 28 de junio del año 69 en el conocido pub Stonewall. Este hecho suele ser tomado como el inicio de la lucha contra un sistema que perseguía a la comunidad LGTB. Este momento fue crucial en la vida de Hujar, primero porque residía cerca de Stonewall y segundo porque su pareja en aquel momento, Fouratt, vivió aquella noche en primera persona, organizando tras este momento el Frente de Liberación Gay. Si bien Hujar no fue un activista, pero si participó en las reuniones iniciales del movimiento y elaboró la imagen central del mismo.
Hujar presentaba sus instantáneas de manera yuxtapuesta cargándolas de energía, con un fuerte carácter que sorprendía y desconcertaba al que las miraba. Si uno de sus temas más recurrentes era la homosexualidad, sus trabajos, por muchos temas diversos que tratasen, se agrupan no por series sino por preocupaciones, las que el fotógrafo tenía. De esta manera conseguía enfatizar la diversidad y las contradicciones internas de su propio trabajo. Una de las curiosidades de Hujar era que él mismo realizaba sus propias copias, considerándose un buen impresor. Amante y mentor del artista David Wojnarowicz, Peter Hujar murió enfermo de sida en el año 87. Ahora, treinta años después de su fallecimiento, la Fundación Mapfre expone su trabajo a través de 150 fotografías que abarcan desde sus inicios en los años 50 hasta la década de 1980.
(Peter Hujar: A la velocidad de la vida en Fundación Mapfre. Desde el 27 de enero hasta el 30 de abril de 2017)